Qué es comer por ansiedad y cómo controlarlo

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Descubre qué es y cómo tratar la ansiedad por comer - Adeslas Salud y Bienestar

En este post te contamos qué es comer por ansiedad y qué podemos hacer para controlarlo. Además, te explicamos qué es el trastorno por atracón, que puede parecer similar, pero no es el mismo problema.


Se conoce como comer por ansiedad a aquella situación en la que una persona come sin tener hambre real y, además, siente una gran necesidad de comer que aparece de manera incontrolada e impulsiva1.

En estos casos, la persona come para satisfacer algo que le está alterando, la comida se convierte en una especie de ansiolítico con el que intentar combatir necesidades emocionales o la ansiedad, no solo satisfacer las necesidades físicas y, además, se suele optar por consumir alimentos hipercalóricos1,2,3.

El deseo de consumir alimentos altos en calorías se debe a que los alimentos ricos en hidratos de carbono aumentan temporalmente nuestra sensación de bienestar. Además, el azúcar provoca que segreguemos insulina y nos da, también temporalmente, más energía2. Sin embargo, tras esta breve sensación que nos hará sentir mejor, al poco tiempo volveremos a sentirnos mal y, en ocasiones, con un sentimiento de culpabilidad añadido por haber comido sin hambre o de forma poco saludable1.

Qué síntomas tiene comer por ansiedad y cómo detectarlo

Se puede hablar de comer por ansiedad a la situación repetida de mirar constantemente en la nevera y los armarios para ir picoteando distintas cosas en un horario que no es el de la comida.

Para saber si lo que sentimos es ansiedad o realmente tenemos hambre, hay algunas señales que podemos tener en cuenta2:

  • La ansiedad es una sensación repentina, mientras que el hambre va apareciendo gradualmente.
  • Cuando se trata de apetito, pensamos en general en que queremos comer, no en alimentos concretos. De hecho, cuando tenemos realmente hambre elegimos lo que vamos a comer de manera razonada, no impulsiva.
  • Si comemos porque tenemos hambre, dejamos de comer al sentirnos llenos.
  • Tras comer por ansiedad, podemos sentirnos culpables.

Cómo controlar el comer por ansiedad

Una buena manera de evitar comer por ansiedad es intentar alimentarnos de manera consciente. Algunas pautas a seguir pueden ser3:

  • Comer sentados y con la televisión apagada. Esto reduce la tendencia a comer demasiado porque estamos pensando en lo que comemos.
  • Masticar despacio para dar tiempo a sentir la sensación de saciedad.
  • Mirar la comida, olerla y saborearla, no engullir lo que comemos.

Trastorno por atracón

Un trastorno de la alimentación, que puede ser grave, es el trastorno por atracón, en el que la persona consume recurrentemente cantidades muy grandes de alimentos sin tener hambre, ya que pierde el control de lo que está comiendo5.

Es frecuente que las personas con este trastorno tengan sobrepeso u obesidad4,5. Entre el 2 y el 5 por ciento de la población padece este trastorno, y hasta el 30% de los casos de personas que están en programas para perder peso6.

Algunos de los síntomas del atracón son4,5:

  • Comer rápido y cantidades grandes en periodos cortos de tiempo.
  • Seguir comiendo, aunque ya se sienta lleno.
  • Comer a veces a escondidas.
  • Sentir vergüenza o enfado.

Las personas que lo padecen hacen dieta muchas veces, en ocasiones sin perder peso.

Si comes por ansiedad y te cuesta controlarlo, consulta con tu médico, él podrá ayudarte. Y si, en tu caso, crees que el problema es el trastorno por atracón, es importante que busques ayuda profesional para superarlo.

 

Referencias:

1 Cómo superar la ansiedad por comer. Instituto Europeo de Psicología Positiva. Febrero, 2022.

2 Cómo controlar la ansiedad por comer. Psiquiatría.com. Consultado en mayo, 2022.

3 Calma tu deseo de comer por estrés. AARP. Diciembre, 2020.

4 Los trastornos de la alimentación: Un problema que va más allá de la comida. NIMH. Consultado en mayo, 2022.

5 Trastorno por atracones. Mayo Clinic. Noviembre, 2018.

6 Aspectos clínicos del trastorno por atracón "binge eating disorder". Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría. Enero, 2001.