¿Qué es la felicidad y cuál es su influencia en la salud?

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Como influye la felicidad en toda la familia – Adeslas Salud y Bienestar

En este post te contamos qué es la felicidad según la ciencia y cómo influye en tu salud.


Algo de lo que todos hablamos pero que, en general, nos cuesta definir es el concepto de felicidad. Tal vez es algo diferente para cada uno, pero hay algo que sí tiene clara la ciencia: la felicidad influye en la salud.

¿Qué es la felicidad?

Se puede definir la felicidad como el predominio de las experiencias personales positivas sobre las negativas1, es decir, que nos pasen más cosas que percibimos como buenas que cosas que percibimos como malas.

En relación con la felicidad, el bienestar, que también tiene que ver con la calidad de vida2, es un factor fundamental y se puede dividir en dos dimensiones: el bienestar objetivo, que son las circunstancias objetivas de la vida (por ejemplo, la situación económica, de salud o la educación) y el bienestar subjetivo, la experiencia y percepción de la persona, que es el que se ha relacionado fundamentalmente con la felicidad1.

Hay consenso al considerar que la felicidad es una experiencia subjetiva y que, además, es un objetivo final en la vida para los seres humanos. Hay estudios psicológicos que han demostrado que la felicidad subjetiva se puede medir de forma fiable y que, además, está compuesta por factores emocionales y cognitivos3.

Algunos estudios consideran que la felicidad es una reacción neuronal que promueven ciertos neurotransmisores químicos, como son la serotonina, la dopamina, la prolactina, la oxitocina y el GABA o ácido gamma aminobutírico3.

¿Cómo nos afecta ser felices?

La relación entre la felicidad y la salud es un tema muy estudiado en todo el mundo. De hecho, está en estrecha relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que ha planteado Naciones Unidas para el año 2030. Y es que existe evidencia científica de que la felicidad protege y potencia la salud de las personas3.

Los neurotransmisores asociados a la felicidad tienen un efecto positivo en la salud cardiovascular de las personas y también están relacionados con otras enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 o la hipertensión. Asimismo, ser feliz refuerza nuestro sistema inmunológico aumentando la cantidad de anticuerpos que producimos y ayudando también en la respuesta inmunitaria de nuestro cuerpo. Además, la felicidad retrasa el envejecimiento porque induce la producción de telomerasa que evita el acortamiento de los telómeros cromosómicos3 (el telómero es el final del cromosoma y su disminución de tamaño (acortamiento) se relaciona con el envejecimiento), por lo que la felicidad beneficia en todos los rangos de edad y a todos los miembros de la familia.

Ansiedad y depresión están relacionados con escasa felicidad

Las variables psicológicas, fundamentalmente las que son positivas para nosotros, han demostrado muchos beneficios para las personas, por eso las que presentan más bienestar, niveles elevados de felicidad y emociones positivas tiene unos indicadores de salud mejores. El optimismo tiene también una gran evidencia científica en relación con sus beneficios en la salud3.

Las emociones positivas, en general, están ligadas a una menor mortalidad en las personas que no tienen depresión y, además, podrían ser consideradas un factor protector para patologías relacionadas con la salud mental como la ansiedad3.

Por otro lado, los pacientes con síntomas más depresivos, con depresión mayor o con trastornos de ansiedad social y trastornos emocionales cuentan con niveles más bajos de felicidad y bienestar emocional, por lo que es importante trabajar la emocionalidad positiva para evitar estos trastornos y, a su vez, puede ser un tratamiento importante para las personas que tienen niveles más bajos de felicidad3.

Sin embargo, en estos casos la ciencia todavía tiene la duda de si niveles más bajos de felicidad ocasionan patologías como la depresión o la ansiedad o si es al revés, y estos trastornos hacen que las personas que los padecen sean menos felices3.

La parte positiva es que hay esperanza, ya que los avances de la neurociencia demuestran que somos capaces de aprender a producir voluntariamente en nuestro cerebro un estado neuroquímico de felicidad y bienestar, y eso, sin duda, ayudaría a que tuviésemos una mejor salud física y mental3.

En definitiva, es fundamental hacer lo posible por ser feliz y trasmitírselo a los niños desde la infancia, ya que las emociones positivas influirán en su salud física y mental durante toda su vida3.

 

 

Referencias:

1 El estudio científico de la felicidad y la promoción de la salud: revisión integradora de la literatura. Scorsolini-Comin F, Santos MA. Rev. Latino-Am. Enfermagem. Mayo-junio, 2010.

2 Aproximaciones científicas al estudio de la felicidad: ¿qué podemos aprender de la felicidad?. Revista Intercontinental de Psicología y Educación. Julio-diciembre, 2013.

3 Felicidad y Salud: evidencias científicas. Revisión bibliográfica. Scielo. Diciembre, 2020.