Trastorno afectivo estacional (TAE): qué es y por qué nos afecta

Entre el 1 y el 10% de la población padece trastorno afectivo estacional¹ (TAE) pero… ¿En qué consiste exactamente? ¿Qué lo ocasiona? ¿Cómo se puede superar? Sigue leyendo porque te lo contamos.

Qué es el TAE

El TAE consiste en cambios emocionales que coinciden con el comienzo o final de una estación. En general, las personas pueden sentirse más tristes según van acortándose los días, en otoño y en invierno, y más animadas cuando sucede lo contrario: en primavera y en verano². Además, para que se considere trastorno afectivo estacional, tiene que remitir completamente al terminar la estación de la que se trate¹.

Este trastorno no está considerado como una patología independiente, sino que se trata de un tipo de depresión que tiene una característica peculiar: su patrón estacional recurrente. Sus síntomas duran entre 4 y 5 meses al año².

El TAE suele aparecer alrededor de los 20 años, aunque también se dan casos en niños y adolescentes. Es más frecuente en mujeres jóvenes, pero cuando se presenta en hombres, los síntomas suelen ser más graves. Según aumenta la edad, disminuye el riesgo de padecer esta depresión estacional³. Además, es una patología más frecuente en las latitudes norte altas: los países nórdicos (Finlandia, Dinamarca, Suecia y Noruega) son los que presentan un mayor número de casos¹.

Por qué se produce

El desencadenante del TAE está relacionado con la respuesta del cerebro a la disminución de la exposición a la luz natural, pero todavía no hay una causa clara del motivo por el que esto sucede⁴. Se cree que los pacientes que presentan este trastorno podrían tener reducida la actividad de la serotonina, que es una sustancia química que se encuentra en el cerebro y ayuda a regular el estado de ánimo. Precisamente la luz solar ayudaría a regular los niveles normales de serotonina, pero no funcionaría correctamente en las personas con trastorno afectivo estacional, por lo que esto ocasionaría niveles más bajos de serotonina en otoño y en invierno².

Síntomas del TAE

Los síntomas de la depresión estacional son múltiples y muchos de ellos coinciden con los de la depresión mayor o con los de otras patologías. Cada persona puede tener un número variable de ellos (no necesariamente todos):

• El paciente pierde el interés por las actividades que solía disfrutar².
• Percibe que no puede completar las tareas igual que antes, y esto le provoca sentimientos de culpa⁴.
• Tiene dificultades para concentrarse, lo que puede repercutir en problemas laborales o escolares⁴.
• Se siente deprimido la mayor parte de los días², puede notar también irritabilidad o desesperanza y la sensación se mantiene al menos durante dos semanas⁴.
• Tiene problemas relacionados con el sueño²: puede padecer insomnio o dormir mucho más de lo habitual⁴.
• Nota poca energía, un cansancio inusual o fatiga sin un motivo aparente⁴.
• Se siente nervioso o agitado².
• Disminuye su deseo sexual¹.
• Reduce sus actividades sociales y de ocio⁴.
• Siente la necesidad de consumir alimentos con carbohidratos como el pan, el azúcar o la pasta. Toma un exceso de calorías no saludables al día, lo que ocasiona que se incremente la fatiga y que la persona aumente de peso³.
• Piensa frecuentemente en la muerte o en el suicidio².

No todas las personas tienen que presentar todos estos síntomas y, si se trata de trastorno afectivo estacional, deberán desaparecer con la llegada de la primavera. En cualquier caso, al detectar estos signos de alarma es fundamental consultar con un profesional². El diagnóstico de esta patología es fundamentalmente clínico, se basa en un patrón recurrente de depresiones invernales, aunque pueden hacerse también pruebas complementarias para descartar otro tipo de enfermedades orgánicas que puedan ocasionar los síntomas¹, especialmente si tenemos en cuenta la relación entre la depresión y la salud del corazón⁵.

Tratamiento: fototerapia, farmacoterapia y psicoterapia

En cuanto al tratamiento, en los casos leves se recomienda³:

• Pasar tiempo al aire libre a diario.
• Subir las persianas y abrir las cortinas.
• Realizar ejercicio físico con frecuencia y seguir una dieta saludable.
• Viajar por vacaciones a un clima cálido y soleado.
• Utilizar un “simulador del amanecer” que vaya encendiendo la luz de la habitación de manera gradual para que el cuerpo del paciente sienta que amanece temprano.

Para los casos más severos, y siempre tras un diagnóstico previo, el médico puede añadir otras terapias⁴:

• Fototerapia o terapia de luz: la persona se coloca delante de una caja o panel de luz especial todos los días durante un periodo de tiempo de alrededor de 45 minutos al día. Durante el proceso debe mantener los ojos abiertos y mirar a la luz de reojo, no de frente. Es fundamental que la caja filtre los rayos ultravioleta. Esta técnica no debe utilizarse en el caso de los niños.
• Farmacoterapia: en los casos más graves, el psiquiatra puede añadir al tratamiento algún medicamento antidepresivo que ayude a regular el equilibrio de serotonina y otros neurotransmisores del cerebro que también influyen en el estado de ánimo.
• Psicoterapia: en estos casos se recomienda también contar con la colaboración de un psicólogo que ayude a aliviar la sensación de aislamiento y soledad que pueda sentir y a analizar sus sentimientos y pensamientos negativos que puedan estar asociados a la depresión. También puede ayudar a que la persona entienda lo que le está pasando y aprenda a prevenir o minimizar los brotes de trastorno afectivo estacional.

En definitiva, si detectas algunos de estos síntomas o crees que puedes tener TAE, no dudes en consultar con el médico para que pueda diagnosticarte y te indique los pasos a seguir en tu caso.

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Referencias:

¹ Trastornos afectivos estacionales, "winter blues". Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría. Abril, 2015

² Trastorno afectivo estacional. National Institute of Mental Health. Consultado en agosto, 2021.

³ Tristeza de invierno y el trastorno afectivo estacional. Healthy children.org. Consultado en agosto, 2021.

⁴ Trastorno afectivo estacional. Hospital de San Diego. Consultado en agosto, 2021.

⁵ El vínculo entre la depresión y las enfermedades del corazón tiene un doble sentido. American Heart Association News. Mayo, 2021.