Cómo reeducar el paladar de los niños

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Descubre las mejores estrategias para reeducar el paladar de tus hijos – Adeslas Salud y Bienestar

En este post hablaremos de la importancia de reeducar el paladar de los niños para introducir productos más saludables en su alimentación y de las estrategias que podemos seguir para conseguirlo.


Cada vez somos más conscientes de la importancia de alimentarnos de manera saludable y de reducir el consumo de azúcar para mantener una buena salud. Esto es especialmente importante en el caso de los niños, que se acostumbren a los sabores naturales de los alimentos puede ser un proceso costoso, sobre todo si están habituados a comer productos azucarados y ultraprocesados1.

La importancia de educar y reeducar el paladar en los niños1-4

Las tasas de prevalencia de sobrepeso y obesidad de los niños y adolescentes españoles se encuentran entre las más altas de Europa. Según datos recientes, un 26 % de los niños de 8 a 17 años tiene sobrepeso y un 12,6 % son obesos. Este problema se debe, en gran medida, a los malos hábitos alimentarios de muchos niños.

Promover una alimentación saludable desde la infancia es fundamental, porque es bien conocido que los hábitos adquiridos durante esta etapa de la vida tendrán un gran impacto sobre la salud y la calidad de la alimentación en la edad adulta.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) lleva años advirtiendo sobre las consecuencias de la mala alimentación y el consumo excesivo de azúcar sobre la salud de las personas. La mala alimentación está directamente relacionada con algunas enfermedades crónicas como las enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, la diabetes, la obesidad, la hipertensión y algunos tipos de cáncer. Por tanto, debemos cuidar nuestra alimentación, especialmente la de los más pequeños, para prevenir futuros problemas de salud. Una de las maneras de hacerlo es reduciendo el consumo de azúcar tanto como sea posible.

Según las recomendaciones de la OMS, el consumo de azúcares libres debería ser inferior al 10 % de la ingesta calórica total. Son azúcares libres, tanto los que están presentes de forma natural en los propios alimentos, como los que se añaden durante el proceso de fabricación o cocinado. También los que añade el consumidor, por ejemplo, cuando echamos una cucharada de azúcar a las fresas.

¿Por qué los niños rechazan ciertos alimentos?1,3

Existen diversos motivos por los que un niño puede rechazar un alimento. Uno de ellos es la neofobia alimentaria, que se define como el rechazo o reticencia a probar alimentos nuevos o que no forman parte de la alimentación habitual. En la infancia, la neofobia alimentaria suele estar asociada a un menor consumo de frutas y verduras, y a una alimentación poco saludable.

Otro de los motivos por los que los niños suelen rechazar algunos alimentos saludables es porque su paladar está acostumbrado a sabores muy potentes y a alimentos con exceso de sal o de azúcar. Por ejemplo, si están acostumbrados a tomar el yogur con azúcar, no van a querer comer un yogur natural sin azúcar porque les va a resultar muy ácido. Este rechazo se puede corregir progresivamente, introduciendo algunos cambios en las pautas de alimentación de la familia.

Estrategias para reeducar el paladar de los niños1,3,5

Algunas estrategias que pueden ayudarnos a reeducar el paladar de los niños y conseguir que nuestros hijos coman alimentos más saludables son:

  • Combinar alimentos que les gustan con otros que les cuesta más comer, para ir incorporando nuevos alimentos saludables de forma progresiva.
  • Animar a los niños a probar alimentos nuevos: ofrecerles pequeñas porciones de un alimento nuevo junto con otros que ya conozcan y les gusten. No debemos obligarles ni forzales a comerlos, pero sí ofrecérselos con frecuencia.
  • Incluir alimentos saludables en cada comida: aunque ya hayamos probado a ofrecerle un alimento nuevo, que no ha aceptado, es recomendable tener paciencia e insistir. A veces es necesario ofrecerle un nuevo alimento entre 15 y 20 veces a un niño para que lo acepte.
  • Escoger opciones saludables también en las ocasiones especiales: muchas veces relacionamos los momentos felices o de celebración, como las vacaciones o un cumpleaños, con el consumo de alimentos poco saludables. 
  • Optar por elaboraciones sencillas pero saludables: los niños, sobre todo los más pequeños, no necesitan que preparemos recetas complejas o muy elaboradas. Es mejor que coman un plato sencillo y saludable, que otras opciones más procesadas o artificiales. También es recomendable cuidar el aspecto visual de la comida en el plato, presentar de manera vistosa y artística los alimentos que se van a ofrecer facilita el interés y aceptación de los mismos.
  • Dar ejemplo: la mejor manera de lograr que los niños coman de forma saludable es ver que sus adultos de referencia también lo hacen. Debemos fomentar una actitud positiva hacia los alimentos naturales y saludables.
  • Evitar distracciones durante las comidas: no es recomendable que los niños vean la televisión o tengan juguetes a su alcance mientras comen.
  • Involucrar a los niños en la preparación de las comidas: de esta forma conocerán mejor los alimentos y sus características, y desarrollarán una actitud más positiva hacia la comida.

Cómo hacer la transición hacia una alimentación más saludable de manera gradual1

No podemos pretender que un niño empiece a comer de una manera radicalmente diferente a la que está acostumbrado de un día para otro. La transición hacia una alimentación más saludable debe ser progresiva. De hecho, a veces basta con introducir pequeños cambios para conseguir que los niños coman cada vez de una manera más sana:

  • Reducir progresivamente la cantidad de azúcar: tanto el que añadimos a alimentos como los yogures o la leche, como el que contienen los productos ultraprocesados. Ejemplos:
    • Podemos ir sustituyendo poco a poco los productos procesados, como zumos o algunos tipos de cereales, por opciones más saludables, como la fruta entera, los frutos secos (con estos hay que extremar las precauciones para prevenir atragantamientos, pueden ofrecerse triturados o molidos) o alternativas sin azúcar o edulcorantes añadidos.
    • Otra opción es añadir trocitos de fruta fresca a los yogures, como plátano o melocotón, para que su sabor sea más dulce.
  • Ofrecer los alimentos al natural: no es aconsejable sustituir el azúcar por edulcorantes, ya que su paladar seguirá acostumbrado a los sabores excesivamente dulces. Es más recomendable que los niños se acostumbren a los sabores reales de los alimentos, aunque este proceso sea más trabajoso.

Como hemos visto, el paladar se educa y reeduca. Por ello, es importante que los niños conozcan el sabor natural de los alimentos desde el inicio y poder fomentar así la instauración de un hábito alimentario saludable.

 

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Referencias:

1¿Cómo reeducar el paladar de nuestros hijos? Hospital Sant Joan de Déu. Septiembre, 2018.

2Malnutrición. Organización Mundial de la Salud. Julio, 2021.

3La importancia de involucrar a niños y niñas en la preparación de las comidas. Scielo. 2018.

4Directriz: Ingesta de azúcar para adultos y niños. Organización Mundial de la Salud. 2015.

5Alimentación y nutrición: su hijo de tres años de edad. Healthy Children. Septiembre, 2020. Septiembre, 2020.