La soledad no deseada y sus consecuencias para la salud
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En este artículo hablaremos de la soledad no deseada, qué puede provocarla, sus efectos en la salud y las recomendaciones para su prevención y manejo.
¿Qué es la soledad no deseada?1-6
La soledad no deseada es el sentimiento negativo que aparece cuando una persona percibe que tiene menos relaciones sociales, o que estas son de peor calidad, de lo que le gustaría. Se trata de una sensación subjetiva que puede venir acompañada, o no, de aislamiento social real y objetivo.
La soledad no deseada, como forma de desconexión social, ha generado en los últimos años una creciente preocupación desde un punto de vista social y de salud pública, pues se trata de un fenómeno que puede afectar a cualquier persona. El estilo y ritmo de vida actuales pueden reducir la cantidad y calidad de las relaciones sociales, aumentando la soledad que experimentan cada vez más personas.
En la actualidad, el 20 % de la sociedad española refiere sufrir soledad no deseada. Esta cifra aumenta hasta el 70 % cuando se hace referencia no solo al presente, sino a haberla sufrido en alguna etapa o momento a lo largo de la vida.
Causas y factores de riesgo para la soledad1-4, 6, 7
El deterioro de la cantidad y calidad de las relaciones sociales y su influencia en el sentimiento subjetivo de soledad es un problema multicausal. Entre los diversos factores que pueden influir se encuentran:
- Convivencia intergeneracional: debido al mayor envejecimiento de la población y al ritmo de vida actual, puede existir una menor interacción entre personas de distintas generaciones.
- Estado civil soltero, divorciado/separado o viudo.
- Edad avanzada y adolescencia: hay una mayor presencia de este fenómeno en las personas más jóvenes y en las de más edad.
- Discapacidad y/o declive funcional aumentado: una menor autonomía y problemas de accesibilidad determinan un mayor riesgo de soledad subjetiva.
- Género: es un fenómeno más frecuente en mujeres que en hombres.
- Ausencia o exceso de digitalización: el uso extendido de Internet puede generar un sentimiento potencial de exclusión y soledad entre las personas que no participan de esta digitalización. Aunque hay que tener en cuenta que el uso excesivo de la tecnología también puede fomentar la soledad.
- Estado de salud: percibirse con peor salud puede aumentar el sentimiento de soledad, así como la autopercepción de una menor calidad de vida.
- Nivel educativo y socioeconómico bajo: debido a las dificultades para afrontar situaciones cotidianas de la vida.
¿Cómo afecta la soledad percibida a la salud?1-3, 5-7
Cuando la soledad no es buscada ni deseada puede contribuir al deterioro físico y mental, así como a un mayor riesgo de padecer diversas patologías. Entre las situaciones que se relacionan con el impacto de la soledad en la salud se encuentran:
- Mayor riesgo de padecer hipertensión, enfermedades cardiovasculares y diabetes.
- Deterioro de la función inmunitaria.
- Deterioro de la función cognitiva y demencia.
- Empeoramiento del estado anímico, ansiedad, depresión, apatía e insatisfacción, entre otros.
- Interacción limitada con el entorno.
- Disminución de la calidad de vida, tanto real como percibida.
- Mayor probabilidad de adoptar conductas perjudiciales para la salud: como un mayor consumo de tabaco, estilos de vida sedentarios con menor nivel de actividad física o más obesidad, entre otras.
- Incremento del uso de atención sanitaria y consumo de fármacos.
- Aumento de la mortalidad de forma comparable a factores como el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, el sedentarismo, la obesidad y la contaminación atmosférica.
Soledad no deseada en las personas mayores2, 7
El número de personas mayores de 65 años va en aumento y algunos estudios estiman que el 59 % de las personas de este grupo que viven solas sienten soledad y aislamiento.
Si bien las investigaciones indican que la soledad no deseada tiende a incrementarse a partir de los 75 años, por diversas situaciones que suelen ocurrir en esta etapa, se debe evitar el estigma que relaciona automáticamente envejecimiento y soledad.
Para poder actuar y prevenir los problemas que acompañan a la soledad no deseada, es importante averiguar hasta qué punto las personas mayores se sienten solas y cuáles son los factores que se relacionan con estos sentimientos.
De este modo, la soledad no deseada en las personas mayores tiene su origen, principalmente, en la disminución de las redes sociales de relación, contacto y apoyo debido a las pérdidas que se han producido en esta etapa.
Recomendaciones para la prevención y el manejo de la soledad no deseada7, 8
Son diversas las medidas que se pueden establecer, desde un punto de vista comunitario, familiar e individual, para prevenir y manejar la soledad no deseada y el aislamiento social. Entre ellas se encuentran:
- Potenciar el autocuidado: adoptar unos hábitos de vida saludables que incluyan realizar actividad física de forma regular, seguir una alimentación saludable para prevenir el exceso de peso y las carencias nutricionales, dormir de 7 a 9 horas al díay manejar y gestionar el estrés.
- Fomentar una vida social activa y satisfactoria: las personas que participan en actividades grupales o en programas de voluntariado pueden experimentar una mejora en el estado anímico, bienestar y función cognitiva.
- Buscar una actividad o retomar una afición para disfrutar y conocer a otras personas con intereses similares.
- Hablar con personas de confianza y compartir los sentimientos.
- Fortalecer y sustentar las relaciones existentes de una manera activa. Se puede programar tiempo todos los días para contactar con familiares y amigos, ya sea en persona, por teléfono o redes sociales, u otros medios.
- Utilizar medios tecnológicos de comunicación, en función de las capacidades de cada persona, para mantenerse en contacto y ocupado.
- Si se carece de habilidades tecnológicas, valorar apuntarse a una formación para aprender a manejar las redes sociales y aplicaciones electrónicas.
- Si se dispone de las condiciones y medios adecuados, adoptar una mascota puede ser una excelente fuente de compañía.
- Informarse sobre los programas y actividades de los centros comunitarios, centros sociales y/o de personas mayores a nivel municipal y autonómico.
- Fomentar la resiliencia puede constituir un factor amortiguador frente a la soledad.
En resumen, el aumento de la soledad es un problema que experimentan cada vez más personas, especialmente durante la juventud y en las últimas etapas de la vida. Se trata de una fuente de sufrimiento que impide participar activamente en la sociedad, además de tener consecuencias negativas para la salud física y mental.
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Referencias:
1 The societal cost of ‘unwanted’ loneliness in Spain. The European Journal of Health Economics. Septiembre, 2024.
2 La soledad no deseada en las personas mayores. El Observatorio Social. Fundación “la Caixa”. Septiembre, 2021.
3 La soledad no deseada en España: un problema para la gestión de la Salud Pública y los cuidados familiares. Revista Española de Salud Pública (RESP). Marzo, 2024.
4 Informe Barómetro de la soledad no deseada en España 2024. Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada. Fundación ONCE y Fundación AXA. Junio, 2024.
5 Salud mental y conexión social. Organización Mundial de la Salud (OMS). Enero, 2025.
6 Soledad no deseada, salud y desigualdades sociales a lo largo del ciclo vital. Gaceta Sanitaria. Sociedad Española De Salud Pública y Administración Sanitaria. Septiembre-Octubre, 2021.
7 Soledad no deseada y las personas mayores: Situación y orientaciones para el diseño de estrategias de acción en la Comunidad de Madrid. Colegio Oficial de la Psicología de Madrid. Consultado en mayo, 2025.
8 Soledad y aislamiento social: Sugerencias para mantener las conexiones sociales. National Institute on Aging (NIA) (EE. UU.). Noviembre, 2024.
