Ciática: ¿qué es y por qué aparece?

Publicado:

18/01/2024 •

Salud Práctica

Dolor

Ciática: ¿qué es y por qué aparece? - Adeslas Salud y Bienestar

En este post abordaremos en qué consiste la ciática. Comentaremos sus síntomas y causas, así como sus factores de riesgo, tratamiento y prevención.

Al hablar de ciática, nos suele venir a la mente la idea de un dolor en la zona baja de la espalda, pero es importante saber que la ciática es más que un dolor de espalda, es también una señal de alerta de alguna alteración del nervio ciático, el más grueso y largo del cuerpo humano^1,2.

¿Qué es la ciática?^1-5

La ciática consiste en un conjunto de síntomas y molestias que ocurren a lo largo del recorrido del nervio ciático, por irritación, compresión o lesión de este mismo.

El nervio ciático se extiende desde la zona lumbar (parte inferior de la espalda) a través de los glúteos, descendiendo por las piernas y finalizando justo debajo de las rodillas. Es esencial para las funciones motoras y sensitivas de esta área del cuerpo.

Cabe señalar que la ciática no es una enfermedad por sí sola, sino un indicio de un problema de salud que puede estar oculto,y que no cualquier tipo de dolor lumbar o que desciende por la pierna es ciático.

Síntomas y diagnóstico de la ciática^2-4,6-8

Entre los principales síntomas de la ciática se encuentran:

Dolor: suele caracterizarse como agudo, ardiente y punzante, pudiendo ocurrir en cualquier punto del recorrido del nervio ciático. Es probable que el dolor se irradie desde la parte baja de la espalda o glúteo hacia la pierna, sintiendo como una descarga eléctrica (coloquialmente descrita como corrientazo). Puede presentarse de forma continua o intermitente.
Alteración de la sensibilidad: puede presentarse entumecimiento en la parte trasera de la pierna y, en ocasiones, también puede acompañarse de hormigueo o sensación de pinchazos.
Debilidad: puede experimentarse sensación de pesadez en la pierna y el pie.

Esta sintomatología suele caracterizarse por:

Afectación unilateral: generalmente suele afectar a una sola pierna.
Intensificación en ciertas posturas o situaciones: es frecuente que el dolor empeore tras pararse o sentarse, al intentar ponerse o permanecer mucho tiempo de pie, al subir escaleras, al estirar las piernas, al inclinarse hacia adelante, al girar la columna, al acostarse o al toser.

Los médicos suelen establecer el diagnóstico de ciática basándose en la evaluación clínica de los síntomas descritos por el paciente, pudiendo realizar pruebas complementarias, como estudios de imagen y de la conducción nerviosa, para identificar el origen.

Causas y factores de riesgo de ciática^3,7,9

La ciática puede ser debida a diferentes afecciones subyacentes, entre las más frecuentes se encuentran:

Hernia de disco (disco intervertebral sale de su lugar). Este es el origen del 90 % de las ciáticas.
Espondilolistesis (el desplazamiento de una vértebra hacia delante y fuera de su correcta posición).
Crecimiento óseo excesivo en la columna vertebral (espolones).
Enfermedades degenerativas de la columna lumbar, vértebras o discos intervertebrales.
Estenosis espinal lumbar (estrechamiento del canal donde se encuentra la médula espinal y por el cual transcurren los nervios).

Además de estas causas, existen ciertos factores de riesgo para desarrollar ciática, como pueden ser:

Edad: con el paso de los años se producen cambios en la columna de tipo degenerativo y de desgaste.
Estatura elevada a partir de los 50-60 años.
Predisposición genética.
Sobrepeso u obesidad, que incrementa la presión en la columna.
Determinadas profesiones, como aquellas que implican un trabajo físico intenso, torsiones de espalda, largos periodos de conducción de vehículos o permanecer mucho tiempo sentado.
Malas posturas.
Estilo de vida sedentario.
Consumo de tabaco y alcohol.
Problemas de salud mental, como la depresión.
Deficiencia de vitamina B12.
Diabetes, que puede desencadenar lesiones nerviosas.
Estrés.
Técnica incorrecta de administración de inyección intramuscular en el glúteo.
Complicación tras una cirugía de prótesis de cadera.

Cabe destacar que en el embarazo es frecuente el dolor de espalda, similar al descrito de ciática, pero rara vez (en torno al 1 %) es debido al nervio ciático. Principalmente, se debe al aumento de la carga en el abdomen y a los cambios hormonales.

Recomendaciones y tratamiento de la ciática^2,5,10

La ciática suele remitir por sí sola, experimentando los pacientes una recuperación natural.

Ante un episodio de ciática se recomienda:

Aplicar calor y frío local para reducir la inflamación y aliviar el dolor. Suele recomendarse frío en las primeras 48-72 horas y después calor.
Evitar el reposo en cama prolongado (no más de 2 días).
Limitar las actividades cotidianas los 2 primeros días tras la aparición del dolor.
Realizar estiramientos de la zona lumbar.
Reanudar la actividad física de forma paulatina tras 2 o 3 semanas.
No levantar ni cargar peso, ni torsionar la espalda durante las primeras 6 semanas tras la aparición del dolor.

Para aquellos casos que necesitan tratamiento, las siguientes opciones terapéuticas pueden ser efectivas:

Medicamentos para abordar el dolor: como analgésicos, antiinflamatorios, corticoides, antidepresivos, opioides o anticonvulsivos.
Fisioterapia: para mejorar la movilidad, reducir el dolor y para fortalecer los músculos.
Inyecciones de esteroides: puede prescribirse la administración inyectable de fármacos corticoesteroides para atenuar la inflamación alrededor del nervio afectado.
Cirugía: cuando la sintomatología es grave y no mejora con otros tratamientos puede indicarse la cirugía para descomprimir los nervios espinales.

Prevención de la ciática^2,3,7

Aunque no siempre se puede prevenir la ciática, para reducir el riesgo de padecerla se recomienda:

Practicar ejercicio físico regularmente. Resultan beneficiosos el ejercicio aeróbico, como nadar y caminar, los ejercicios específicos de fortalecimiento muscular que incluyan báscula pélvica y abdominales, y los ejercicios de estiramiento llevando la rodilla al tórax.
Mantener un peso saludable para reducir la presión en la columna vertebral.
Promover la higiene postural. Asegurarse de mantener una postura correcta tanto sentado como de pie.
Emplear técnicas adecuadas a la hora de levantar peso y coger cosas del suelo.

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