Cuidado de las heridas
- Salud Práctica
- Heridas
En este artículo hablaremos sobre las heridas, su evolución natural y las recomendaciones para su cuidado. Finalmente, indicaremos cómo identificar la infección de una herida y comentaremos los mitos y falsas creencias sobre cómo curarlas.
Con el buen tiempo, el calor y las vacaciones aumentan las actividades al aire libre y la posibilidad de caídas, lesiones y heridas, especialmente en los más pequeños.
Las heridas son el tipo de lesión más común que todas las personas experimentan alguna vez en su vida. Es importante saber diferenciarlas y curarlas correctamente para evitar infecciones y otras complicaciones1.
¿Qué es una herida?1-3
Una herida es una lesión causada por un contacto traumático con objetos o agentes que rompen la integridad la piel y, en ocasiones, afectan a los tejidos blandos subyacentes, provocando dolor y hemorragia.
La piel es nuestra primera barrera de protección, por ello, cuando esta se rompe por una herida, aumenta el riesgo de infección al poder contaminarse por entrar en contacto con suciedad y otros agentes.
Las heridas pueden ser provocadas tanto por agentes externos, como objetos cortantes o punzantes, como por agentes internos, por ejemplo, un hueso fracturado que perfora los tejidos.
En función de la profundidad de la herida, pueden verse afectados tejidos como tendones, músculos, ligamentos, nervios, vasos sanguíneos e incluso huesos.
Por lo general, las heridas simples suelen curar fácilmente, pero todas las heridas precisan cuidados para prevenir infecciones.
Curación y cicatrización de las heridas2
En la curación de las heridas se pueden distinguir diferentes etapas:
- Tras producirse la herida, puede tener lugar un sangrado, con el que el organismo activa mecanismos de coagulación para detener la hemorragia.
- Posteriormente, se formará la costra y el sistema inmunitario protege la herida frente a posibles infecciones. También aumenta la irrigación sanguínea en la zona facilitando la llegada de oxígeno y nutrientes para la reparación del tejido.
- Durante esta etapa la herida puede observarse algo enrojecida, hinchada y sensible, y con algo de supuración de color claro (lo que se conoce como exudado seroso).
- Esta etapa dura entre 2 y 5 días.
- A continuación, comenzará a formarse nuevo tejido y la herida reduce su tamaño. Esta etapa dura unas 3 semanas.
- Finalmente, la costra se cae y se forma la cicatriz, la cual se irá atenuando, o incluso desaparecerá (en función del tipo de herida).
- Puede presentarse picor sobre la zona y observar esta nueva piel sonrosada o enrojecida, brillante y tirante.
- Este proceso puede durar hasta 2 años.
Decálogo para curar una herida1, 3, 4
Para curar una herida, tanto si es para nosotros mismos como para otros, los pasos a seguir son los siguientes:
¿Cómo identificar una infección?5
Ante una herida, debe vigilarse la aparición de signos y síntomas de infección. Entre estos, pueden identificarse:
Ante cualquiera de estos signos y síntomas, se debe acudir a un centro sanitario para que la herida pueda ser valorada y tratada por los profesionales sanitarios.
Mitos sobre la curación de heridas1, 4
Existe una serie de creencias falsas y mitos sobre cómo curar las heridas que requieren una aclaración:
“Es un rasguño, no hay que hacer nada”: FALSO.
Todas las heridas necesitan atención debido al potencial dolor, sangrado y riesgo de infección.
“Las heridas pequeñas no hay que lavarlas”: FALSO.
Todas las heridas precisan ser lavadas para evitar infecciones.
“Es bueno soplar o lamerse la herida”: FALSO.
En la boca hay muchos gérmenes que pueden pasar a la herida y provocar una infección.
“Las heridas lavadas con jabón casero se curan antes”: FALSO.
Este tipo de jabón no es respetuoso con la piel, pudiendo secarla y alterar su flora protectora natural.
“Arrancar la costra acelera la curación”: FALSO.
Al retirar la costra de forma prematura se inflama la herida y se altera la reparación y cicatrización.
“Una cura a la semana es suficiente”: FALSO.
Cada herida es diferente y necesitará unos cuidados específicos.
“Las heridas al aire se curan mejor”: FALSO.
Dejar la herida descubierta aumenta la posibilidad de contaminación e infección. Cubrirla con un apósito ayuda a mantener la temperatura y humedad para una cicatrización óptima.
“El sol ayuda a cicatrizar antes”: FALSO.
Los rayos solares pueden producir inflamación en la herida. Se recomienda el uso de protectores solares en la cicatriz y zonas adyacentes.
“Alcohol y agua oxigenada, los mejores desinfectantes”: FALSO.
Hoy en día están en desuso frente a antisépticos más seguros y eficaces, como la clorhexidina, por resultar muy irritativos.
“Los remedios caseros funcionan mejor”: FALSO.
No se recomiendan remedios como emplastes, barro o dentífrico, entre otros, ya que no existen evidencias sobre sus efectos.
“Si escuece es que está curando”: FALSO.
Podría ser un signo de infección, especialmente si va acompañado de mal olor, inflamación y enrojecimiento.
Además, si eres asegurado de Adeslas, recuerda que tienes disponible nuestro Servicio de Orientación Médica General, donde podrás obtener más información.
Referencias:
1 Guía para el correcto cuidado de las heridas. Sociedad Española de Heridas (SEHER). Diciembre, 2021.
2 Cómo sanan las heridas. MedlinePlus. Mayo, 2024.
3 Lesiones en tejidos blandos. Guía de Primeros Auxilios de SAMUR – Protección Civil. Año 2020.
4 Cómo curar una herida. Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG). Julio, 2022.
5 La infección de heridas en la práctica clínica. International Wound Infection Institute (IWII). Año 2022.