El papel de los padres en la educación de los hijos

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El papel de los padres en la educación de los hijos – Adeslas Salud y Bienestar

En este post vamos a explicar la importancia del papel que tienen los padres en la educación de los hijos y la conveniencia de que se involucren en su vida escolar.


Cada 24 de noviembre se conmemora del Día Mundial de la Educación, una de las tareas más difíciles, aunque satisfactoria, de la crianza de los hijos. La educación es un proceso largo en el que intervienen muchos factores. En este proceso es fundamental la colaboración entre padres, docentes y centros educativos para lograr que los niños lleguen a ser autónomos, vivan sus emociones de forma equilibrada y sean capaces de establecer vínculos afectivos positivos1,2,3.

La función educadora de los padres

El papel de los padres, y por extensión de la familia, en la educación de los hijos es fundamental, no solo en el ámbito familiar, sino también por el trabajo que realizan conjuntamente con los educadores2. Por eso, es importante que, en casa, los padres se involucren en las actividades escolares y colaboren con la escuela3:

  • Comprobando que sus hijos realizan las tareas del colegio y ayudándoles si lo necesitan.
  • Inculcándoles el respeto hacia los compañeros, profesores y personal no docente.
  • Asegurándose de que cumplan con los horarios y las normas de la escuela.
  • Dedicándoles tiempo y atendiendo a sus necesidades de vestimenta, alimentación o material escolar.
  • Brindándoles cariño y apoyo.
  • Acudiendo a las reuniones de la escuela y preocupándose por sus problemas.

Valores y normas en familia2

La familia tiene una función socializadora, es en el entorno familiar dónde se transmiten los valores colectivos necesarios para el desarrollo de los hijos. Por este motivo, la educación de los niños no puede sostenerse únicamente con el trabajo de los profesores, la función de los padres es fundamental.

Los padres deben marcar las reglas que regulan la convivencia, entre otras:

  • Reglas de organización o instrumentales: son las más importantes y las que regulan las rutinas, las tareas del hogar y los horarios.
  • Reglas para regular las interacciones: la forma de expresar el afecto y la intimidad entre los miembros de la familia nuclear y las interacciones con la familia extensa, los amigos y los vecinos.
  • Reglas de apoyo: a quién y cómo se debe pedir ayuda.
  • Reglas ante conflictos: son las que regulan cómo se afrontan y se resuelven los conflictos.

El papel educativo de la escuela

El trabajo de los profesores contribuye al desarrollo motriz y psicológico, y facilita la detección de algunos problemas. Es positivo que los niños acudan a la escuela a partir de los cuatro años para que aprendan a convivir y a conocer las normas de conducta y de interacción social en un entorno más amplio que la familia. Pero para conseguir un rendimiento escolar adecuado y establecer relaciones positivas, es necesaria la implicación de los padres2. Gracias a la colaboración entre docentes y progenitores, se logrará2,3:

  • Responder mejor a las necesidades de los niños.
  • Motivarles más.
  • Una mejor aceptación de las normas y los objetivos.
  • Reducir los conflictos.
  • Desarrollar su creatividad y talento.
  • Aumentar su productividad.

Consejos

Los padres son los agentes más activos del proceso educativo de sus hijos. Una estimulación afectiva y cognitiva en el entorno familiar permite que el niño descubra sus propias capacidades2,3. Por ello es recomendable1,4:

  • Fomentar que tu hijo desarrolle su autoestima: las palabras y actos de los padres afectan al desarrollo de la personalidad y la autoestima de los hijos. Es importante que los niños descubran sus capacidades y sean reconocidos por sus buenos actos. Prioriza una educación positiva.
  • Establecer normas: marcar una disciplina hará que los niños sean conscientes de qué comportamientos son adecuados y que aprendan a autocontrolarse. Para que tus hijos aprendan de sus actos, es necesario que, tras haberlos advertido, sus actos tengan consecuencias, y que estas se cumplan.
  • Dedicarles tiempo: reservarte tiempo para pasarlo con tus hijos es gratificante, tanto para ellos como para ti. Busca momentos para compartir planes en familia que hagan que los niños se sientan atendidos.
  • Servir de ejemplo: los niños aprenden por imitación, por eso, es necesario ser un buen modelo a seguir para que adquieran los valores que deseamos. No debemos olvidar que nuestras acciones tienen más fuerza que nuestras palabras.
  • Mantener una buena comunicación: los niños cuestionan muchas cosas, por eso es necesario establecer una buena comunicación con ellos para lograr una buena comprensión de nuestros actos.
  • Ser flexible: adáptate a las circunstancias de tus hijos y mantén unas expectativas realistas. A medida que tu hijo evolucione, su educación también deberá ir modificándose gradualmente.
  • Mostrarles cariño: mostrar afecto y aceptación hará que los niños tengan seguridad y estabilidad en su desarrollo.
  • No sobreprotegerles: los niños tienen que entender que sus acciones y decisiones tienen consecuencias, por lo que, aunque siempre pueden contar contigo cuando lo necesiten, es necesario que sean capaces de actuar ellos mismos.

Familia y escuela son los pilares fundamentales del desarrollo de los niños. Es importante que ambas formen parte de su proceso educativo de forma colaborativa y, para lograrlo, es fundamental la comunicación.

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Referencias:

1 Nueve pasos para una crianza más eficaz. Kids Health. Enero, 2015.

2 El rol de la familia en la educación. Federación de enseñanza de Andalucía. Septiembre, 2010.

3 La Educación, cosa de dos: La escuela y la familia. Federación de enseñanza de Andalucía. Mayo, 2010.

4 10 consejos para ser un mejor papá. National Responsible Fatherhood Clearinghouse. Consultado en octubre, 2022.