¿Por qué los niños se deben echar la siesta?

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Descubre las razones por las que los niños deben echarse la siesta – Adeslas Salud y Bienestar

En este post vamos a hablar de la importancia de que los niños duerman las horas necesarias, los beneficios de echarse la siesta y qué hacer en caso de dificultades para dormir.


La calidad del sueño repercute en la salud y en la calidad de vida1. Dormir bien tiene efectos positivos para el organismo y es especialmente importante para el crecimiento, desarrollo y la salud general de los más pequeños2.

¿Por qué es importante que los niños duerman la siesta?

Los niños que duermen bien tienen sistemas inmunitarios más fuertes y un mejor rendimiento académico, comportamiento, memoria y salud mental. Por el contrario, aquellos que no duermen lo suficiente suelen presentar problemas de comportamiento y de salud, como irritabilidad, dificultad para concentrarse, hipertensión, obesidad, dolores de cabeza o depresión3.

Horas de sueño necesarias

Las siestas son recomendables hasta los 4 o 5 años. A partir de los 18 meses de edad desaparece la siesta de la mañana y entre los 3 y 5 años desaparece la de la tarde. Como norma general las siestas no deberían ser ni muy largas ni tardías para evitar problemas para dormir por la noche1. La cantidad de horas diarias de sueño que necesita un niño depende de la edad2. Teniendo en cuenta que cada niño es diferente, estas son las horas totales de sueño al día recomendadas por los expertos1,2:

  • Bebés de 0 a 3 meses: entre 14 y 17 horas.
  • Bebés de 4 a 12 meses: entre 12 y 16 horas.
  • Niños de 1 a 2 años: entre 11 y 14 horas.
  • Niños de 3 a 5 años: entre 10 y 13 horas.
  • Niños de 6 a 12 años: entre 9 y 12 horas.

Los horarios de siesta varían de unos niños a otros. Sin embargo, lo usual es que, entre los 4 meses y el año, el bebé se duerma la siesta al menos 2 veces al día (por la mañana y por la tarde temprano) o, incluso, 3 veces (a última hora de la tarde). Lo ideal es eliminar esa tercera siesta cuando cumpla los 9 meses. Entre los 10 meses y el primer año de edad, es probable que deje la siesta de la mañana. Durante este periodo, lo mejor es adelantar media hora la siesta y la hora de acostarse de tu bebé para que se vaya adaptando4.

La mayoría de los niños continúan echándose una siesta de 1 o 2 horas hasta, aproximadamente, los tres años. A partir de dicha edad, la duración de la siesta tiende a acortarse4.

¿Cómo ayudarles a conciliar el sueño?

En ocasiones, la siesta puede convertirse en una batalla entre padres e hijos. Lo mejor es no forzar al niño a dormir, aunque hay que insistir si está somnoliento. Los signos más frecuentes que denotan la necesidad de dormir son2:

  • Se frota los ojos y se le nota cansado o adormilado.
  • Está inquieto, irritable o de mal humor.
  • Está desconcentrado, impaciente, hiperactivo o agresivo.
  • Tiene dificultad para seguir instrucciones.

En los anteriores casos, esto es lo que puedes hacer para preparar a tu hijo para la siesta1,2,4:

  • Llevarle a la cama cuando esté somnoliento, pero despierto.
  • Crear un ambiente oscuro con luces tenues.
  • Poner música ligera o cantarle canciones de cuna.
  • Leerle un cuento en voz alta (con el volumen justo).
  • Envolverlo con una manta o hacerle masajes.
  • Evitar el consumo de bebidas muy dulces o estimulantes (chocolate, refrescos) antes de dormir.

Para aquellos niños que dejen de dormir siestas durante el día, se debe considerar adelantar la hora de acostarse para dormir por la noche. Además, es importante que el niño tenga un rato de tranquilidad, por ejemplo, contándole un cuento o jugando tranquilamente en su habitación. Aunque no duerma, obtendrá algo del descanso que necesita2.

Consejos

Dormir lo suficiente ya no es solo una prioridad para tu hijo, sino para toda la familia. Además, los padres pueden dar buen ejemplo y demostrar que dormir bien es parte de un estilo de vida saludable, al igual que comer bien y hacer ejercicio con regularidad3. Los pediatras animan a los padres a asegurarse que sus hijos establezcan buenos hábitos para dormir desde el principio3,4:

  • Establecer un horario: lo ideal es fijar una rutina en el horario para la siesta y que esté lejos de la hora de acostarse por la noche. Siendo constante, el niño se acostumbrará a dormir a la misma hora todos los días durante, más o menos, el mismo tiempo, aprovechando al máximo las siestas.
  • Ser activo: los niños deben realizar gran variedad de actividades, incluyendo actividad física y al aire libre, pero no en exceso.
  • Limitar el uso de pantallas: es recomendable no tener televisores, ordenadores, teléfonos o tabletas en la habitación de los niños. Para evitar interrupciones del sueño, hay que apagar todas las pantallas, al menos, una hora antes de dormir.
  • No dormir al bebé con un biberón de leche en la boca: cualquier líquido que no sea agua en un biberón puede causar caries en el niño y, si se duerme comiendo y se despierta durante la noche, seguirá pidiendo más comida. Lo mejor es alimentar o amamantar primero al bebé y, después, colocarlo en la cama para dormir.

En definitiva, hay que darle al sueño la importancia que merece. La mayoría de los problemas relacionados con ello pueden ser tratados. Lo mejor es consultar con el pediatra sobre los hábitos de sueño y si hay dificultades para dormir y, de esta manera, mejorar la calidad del sueño3.

Si eres asegurado de Adeslas, recuerda que tienes disponible nuestro servicio de orientación médica infantil donde podrás obtener más información.

 

Referencias:

1Sueño entre los 2 y los 5 años. AEPED. Octubre, 2019.

2 Siestas. KidsHealth. Junio, 2020.

3 Los buenos hábitos del sueño: ¿cuántas horas de sueño necesita su niño? Healthy Children. Octubre, 2020.

4 Las siestas del bebé: consejos para el sueño diurno. Mayo Clinic. Abril, 2022.